El 2021 será decisivo para definir el futuro de la política energética del país, pues inicia el primer Proyecto Piloto de Investigación Integral de Fracking (PPII) en Puerto Wilches, Santander.
Dada la relevancia de este asunto para el país, desde el 2019, el Barómetro Petrolero, único estudio sindicado del sector de hidrocarburos, ha hecho seguimiento a la conversación nacional sobre el ‘fracking’.
Sus últimos resultados revelan que, para viabilizar estos proyectos a nivel territorial y nacional y avanzar en el proceso de licenciamiento social, es necesario que todos los actores conversen abiertamente sobre sus impactos, oportunidades, y el futuro de esta técnica de producción de hidrocarburos en el país.
En ese contexto, se convocó el evento “Fracking y Licencia Social: ¿Posible?”, el cual reunió a expertos de licencia social, miembros de la Comisión de Expertos del Fracking y representantes del Gobierno y Ecopetrol, con el fin de conversar sobre este asunto.
Se destacó que si bien los colombianos reconocen la importancia del sector–el 74% cree que la industria petrolera es positiva para el país, y el 60% estaría de acuerdo con aumentar las operaciones petroleras para contribuir a la reactivación económica—, las percepciones sobre el ‘fracking’ son totalmente diferentes.
No sólo existe un alto nivel de rechazo –el 73% no estaría de acuerdo con que se haga ‘fracking’ en su municipio—, sino que entre 2019 y 2020 se evidencia una mayor polarización y radicalización de las posiciones frente a esta técnica: mientras que, en 2019, el 18% de los colombianos se mostraba indeciso frente a aceptar o no el fracking, esta proporción cayó a un 9% en 2020.
Esta tendencia se observa igualmente en Puerto Wilches –el 69% no estaría de acuerdo con que se realice ‘fracking’ en el municipio—, evidenciando que se enfrentan varios desafíos para avanzar en la ejecución de los PPII.
A pesar del rechazo, el Barómetro Petrolero muestra que también hay una mayor disposición por parte de la ciudadanía para conversar sobre este asunto. La tercera parte de los colombianos –un 32%– estarían dispuestos a participar en algunas decisiones sobre cómo se va a hacer ‘fracking’ en el país, escenario que abre una ventana de oportunidad para que todos los actores nacionales y territoriales participen en esta conversación.
Frente a este panorama, el proyecto piloto de Puerto Wilches va más allá de ser un escenario científico en el que se determinará, de acuerdo a los impactos observados, la viabilidad del ‘fracking’ con fines comerciales.
El PPII de Puerto Wilches es en sí mismo un piloto de conversación en Colombia sobre esos asuntos que, a pesar de su nivel de controversia e incluso polarización, es necesario abordarlos y conversar sobre ellos, para poder avanzar en la construcción de país.